ALIENTO Y DOLOR
No voy a dejarlo
No puedo ni pensar en la posibilidad de volar si no es con él
Cuantas veces creemos que el amor es cosas de uno mismo
Entiende que no pueda dejar de pensar en sus ardientes manos
Mientras tocan mi piel que se eriza al sentir su tacto de fuego
No me importa que sea imposible para mí
Me siento delicada, mi aliento al fin toma contacto con el mundo, respiro, el vapor de mi alma se inunda con el frió del día. Mi corazón palpita al ritmo del suyo. No hay necesidad de cortar mi vida, ya no... Siento la lluvia en mi pelo, siento el frió y el calor en mi cuerpo, siento mis lágrimas en mis mejillas, siento en la posibilidad de besarle el cuello, la nariz, los labios y ronronear en sus mejillas, mientras él sonríe. Siento... solo eso... siento... y no es poco.
Sus ojos me miraban, no sabía que contestar, todo da vueltas y en lo único que pienso es en tenerlo. Era demasiado para alguien como yo, no me importaba mi vida real, solo soñaba en el sabor de sus labios, como sujetaría su cabeza al morderle. Era extrema, era peligrosa, era plena la pasión entre los dos. Al fin lo comprobé, como respirábamos entrecortados por la sorpresa. Sus lágrimas caían por su mejilla susurrando que no podía aguantar más, que sus manos soñaban con sujetar mi carga. Y oí algo en mi interior que se rompió, y no... no fue mi corazón, fue mi dolor.
No puedo ni pensar en la posibilidad de volar si no es con él
Cuantas veces creemos que el amor es cosas de uno mismo
Entiende que no pueda dejar de pensar en sus ardientes manos
Mientras tocan mi piel que se eriza al sentir su tacto de fuego
No me importa que sea imposible para mí
Me siento delicada, mi aliento al fin toma contacto con el mundo, respiro, el vapor de mi alma se inunda con el frió del día. Mi corazón palpita al ritmo del suyo. No hay necesidad de cortar mi vida, ya no... Siento la lluvia en mi pelo, siento el frió y el calor en mi cuerpo, siento mis lágrimas en mis mejillas, siento en la posibilidad de besarle el cuello, la nariz, los labios y ronronear en sus mejillas, mientras él sonríe. Siento... solo eso... siento... y no es poco.
Sus ojos me miraban, no sabía que contestar, todo da vueltas y en lo único que pienso es en tenerlo. Era demasiado para alguien como yo, no me importaba mi vida real, solo soñaba en el sabor de sus labios, como sujetaría su cabeza al morderle. Era extrema, era peligrosa, era plena la pasión entre los dos. Al fin lo comprobé, como respirábamos entrecortados por la sorpresa. Sus lágrimas caían por su mejilla susurrando que no podía aguantar más, que sus manos soñaban con sujetar mi carga. Y oí algo en mi interior que se rompió, y no... no fue mi corazón, fue mi dolor.
Comentarios
Publicar un comentario